Propiedades y dimensiones del color.
El estudio del color es muchas veces confuso para los estudiantes de arte porque no consiguen distinguir los límites de su cometido específico.
Los físicos se interesan por el fenómeno de luz, la mezcla de luces cromáticas, la clasificación del color a través de la comprensión de la frecuencias y longitudes de onda de los rayos luminosos de colores y tocan sólo periféricamente el campo de los pintores y diseñadores.
La investigación de los fisiólogos versa sobre nuestro aparato visual y la reacción neurológica ante la luz y los colores y es más cercana a nuestros intereses.
El interés de los psicólogos se centra en la percepción y la influencia del color en términos del simbolismo subjetivo, y está incluso más cercana al centro de nuestros estudios, hasta el punto de que muchas veces se superpone.
Los intereses del artista se pueden considerar centrados principalmente en a) el aspecto constructivo del color, es decir, cómo funciona el color en distintas relaciones; y b) el aspecto expresivo del color, es decir, su potencialidad para la traslación de la impresión visual que tiene el mundo exterior y su potencialidad como vehículo emocionalmente expresivo de su mundo interior de imaginería simbólica.
Pero estas subdivisiones son sólo teóricas y, en la práctica, están en perpetua unión. Los colores tienen elementos diferentes que los hacen únicos y cuya importancia visual se basa en el matiz, el tono o valor, la saturación, temperatura y el contraste.
Matiz o tinte.
El matiz es la primera cualidad del color, precisamente por ser la característica que nos permite diferenciar un color de otro. El matiz se emplea como sinónimo de color.
Valor o tono.
Cada color se identifica por el tono que es la frecuencia de la longitud de onda de un color dado. Como todos sabemos, el rojo es diferente del verde, y el púrpura del café. El tono es una identidad única de cualquier color dentro del espectro, aquello que lo diferencia de lo otro. Que un color sea primario, secundario o intermedio, o que se cree por un proceso sustractivo o aditivo, no tiene importancia alguna en relación con el tono; a su vez, que un color exista como una entidad única define el tono.
El blanco y el negro.
Son los valores de luz más alto y más bajo respectivamente. El valor de color se refiere a la luminosidad u oscuridad del color. El blanco tiene el grado más alto de reflexión de la luz, mientras que el negro es el que tiene el grado más bajo de reflexión de la luz. En el espectro de color, los tonos claros tienen un grado de reflexión de la luz mayor que los colores oscuros.
El valor del color, es su posición respectiva en la escala blanco-negro. Cuando el color se aclara con blanco, el tono resultante se llama degradado.
El valor de color es la segunda cualidad de color. Distingue un color oscuro de uno claro. El café chocolate es más oscuro que el marrón claro, y el azul cielo es más claro que el marino. El valor de un color se define por la cantidad de luz u oscuridad del mismo.
Saturación de color o cromo.
Saturación de color o cromo.
También conocida como intensidad o pureza, se puede concebir la saturación como si fuera la brillantez de un color. Es la tercera dimensión del color. Es la cualidad que diferencia un color intenso de uno pálido. Cada uno de los colores primarios tiene su mayor valor de intensidad antes de ser mezclados con otros. Así, el azul pavo real es muy brillante, mientras que el marino es más bien opaco. De modo análogo, los populares colores verde lima de los anuncios de neón que evocan la década de 1960 son mucho más intensos que un verde bosque. Para reducir la intensidad, se agregan o quitan otros colores, el blanco, el negro o la luz. Un color se encuentra en su estado más intenso y saturado por completo cuando es puro y no se le han añadido negro, blanco u otro color.
Abajo tenemos el circulo cromático que nos indica los colores cálidos y frios y toda las gamas tonales.